Foto: Bullit Márquez / Associated Press

La ignominia decide la final individual femenina

La gimnasia artística necesita, de una vez por todas, una profunda revisión, en todos los sentidos, porque hoy ha perdido gran parte de la —para algunos escasa— credibilidad que aún tenía, tanto a ojos del entendido como del considerado lego en la materia. El fantasma de los nefastos JJOO de Atenas 2004 —con el vergonzoso oro privado al coreano Yang Tae Young en beneficio de Paul Hamm— ha sobrevolado esta mañana —hora española- el espectacular pabellón de Tokio donde se celebran este año los campeonatos del mundo con la concesión del oro individual femenino a Jordyn Wieber en detrimento de Victoria Komova, mucho mejor y mucho más regular que la americana en las cuatro rotaciones.

Me gustaría saber la explicación que tanto las jueces como el encargado de elaborar los códigos de puntuación de la FIG le van a dar a los menos entendidos sobre cómo una gimnasta que, aun sin caerse en ninguno de los cuatro aparatos, comete un fallo grave de colocación de piernas en las asimétricas y saca un pie fuera en su ejercicio de suelo, es campeona mundial con respecto a otra que ha realizado un concurso si no impecable sí únicamente con un par de pequeñas imprecisiones.

Y no digo esto porque prefiera el estilo gimnástico de Komova sobre el de la americana —todas las formas de competir son sumamente respetables, y el estilo de Wieber es espectacular por su tremenda potencia—, sino porque un deporte que presume de estar entre los tres grandes del espíritu y del programa olímpico no puede permitir tal ignominia —vergüenza, en “román paladino”—.

Foto: Bullit Márquez / Associated Press

ASÍ FUERON LOS ACONTECIMIENTOS
Situemos a quien no haya tenido la oportunidad de ver la competición. Como se esperaba, tanto Victoria Komova como Jordyn Wieber llegaron a la última rotación disputándose el oro, en una final que, como las últimas, se estaba decidiendo por “eliminación”. Wieber, pese a su importante fallo en las asimétricas a la hora de colocar el cuerpo y las piernas en la banda inferior, tenía sólo 4,5 décimas de desventaja sobre Komova gracias a una barra más que notable, y a una puntuación un tanto rigurosa que la rusa había sufrido tanto en las paralelas como en la barra, donde posiblemente sufrió la ausencia de reconocimiento de alguno de sus elementos habituales.

Wieber sacó un pie fuera en la tercera diagonal de su ejercicio de suelo, pero aún así recibió un exagerado hasta cierto punto 14,800 que obligaba a Komova a no fallar –le bastaba con un 14,366— para asegurarse el oro. Y la rusa, con El lago de los cisnes de fondo, no erró, todo lo más anduvo un poco imprecisa en la recepción de su última diagonal… mas las jueces, sorprendentemente, le dieron un 14,333— que convirtió a una incrédula Wieber en campeona mundial por sólo 33 milésimas, ante el estupor unánime del pabellón.

Las lágrimas de Komova y la austera celebración de la americana tanto de inmediato como en el pódium —a diferencia de lo que éstas suelen montar cada vez que ganan— dejaban bien a las claras la tremenda injusticia cometida. Siento ser reiterativo con el tema, pero como seguidor de la gimnasia artística y como colaborador de una página dedicada a este bellísimo deporte, lo de hoy me ha parecido sumamente grave. Porque ni las jueces pueden privar de todo un título mundial a quien compite de manera fina, elegante y sin fallar; ni el código de puntuación, por mucho que desde hace años haga primar la acrobacia sobre la artística, debería permitir que una gimnasta como Wieber, con dos notorios fallos, le gane un oro a quien quizás haya tenido menos dificultad que ella, pero ha competido mucho mejor y ha sido mucho más regular, como la inconsolable Komova.

BRONCE PARA CHINA; IZURIETA, 22ª
El escándalo mayúsculo del final ha ensombrecido absolutamente el resto de la final, en la que el bronce, a pesar de caerse en barra, ha sido para la china Yao Jinnan, que se ha adelantado a otras gimnastas que también han llegado a sufrir caídas como la segunda americana, Alexandra Raisman; la otra china Huang Qiushuang; y Ana Porgras. La rumana ofreció una cara infinitamente mejor que la de la calificación; pero su excelente trabajo sólo le valió para ser sexta, entre otras cosas porque continúa teniendo un salto sumamente flojo —únicamente 5.0 de dificultad— que afea un poco, en lo referente a la puntuación de dificultad, todo lo bueno que nos muestra cuando está en forma y centrada.

¿Y nuestra Ana Izurieta? Pues ha terminado 22ª, en una final en la que escasamente la hemos visto de fondo durante algunos planos de la retransmisión, y en la que ha sacado unas notas oscilantes entre el 13,9 y el 13,3 en todos los aparatos salvo en la barra, donde se debe haber caído, ya que no es normal el 12,933 que le han dado las jueces.

Mañana, tras el superlativo revuelo de lo ocurrido hoy con las chicas, se celebrará la final individual masculina, en la que el Kohei Uchimura debería hacer valer su doble condición de mejor gimnasta mundial de los últimos años y de anfitrión para, delante de su público, conseguir su tercer título en otros tantos años. A ver si Rafa Martínez puede demostrar su calidad y conseguir una buena clasificación tanto para él como para la gimnasia española.

10 comentarios

  1. yo no habia visto esa competencia hasta ayer(jaja si muchotiempo despues ) pero si en efecto a Komova le robaron el título y fue algo totalmente evidente, opino que igual en las olimpiadas le sucedió lo msimo, no niego k las estadounidenses sean buenas, lo son y en demacía, pero definitivamente Komova fue superior y es muy triste que hasta ahorita no se le haya hecho justicia a esa pequeña,,,saludos

  2. Hola, Artísticos:

    Aquí una rítmica muy seguidora de la artística. Bienvenidos a la ignominia. Espero que nunca lleguéis a nuestros niveles de monopolio y pasteleo. Pero lo de Vika en suelo empieza a ser recurrente visto lo que ocurrió el otro día en la final AA olímpica con su último ejercicio. De acuerdo que había fallado en la primera rotación de salto y que eso la hizo arrastrar desventaja. Pero precisamente por eso no hacía falta machacarla en la puntuación de suelo.

    Directamente, que lo quiten todo. El apellido (artística), los elementos coreográficos, los enlaces, todo. Que arreen a correr y hagan todas la misma diagonal. Que así será muy bonito y muy variado. Y ganarán siempre las norteamericanas, claro. Porque dentro de pocos años, si siguen trabajando así, no van a tener amplitud ni para hacer un ademán de brazos.

    La final por aparatos de esta tarde ya ha sido de traca. :snooty:

  3. Fue un robo en toda regla. La mejor fue Komova. Pero me la da la impresión, no sólo de hoy, sino de tantas veces antes, que a las jueces les gusta ser protagonistas. Y ese no es su papel. Protagonistas son las gimnastas.

  4. Alfonso (antes incluso de que te acepten el comentario 😉 ), por cortesía de Pavlimola (Foro de Gimnasia Artística) aquí tienes las notas de dificultad de las gimnastas del grupo «de las mejores»:

    Salto

    Wieber D6.5 E 9.216
    Komova D5.8 E 9.133
    Raisman D5.8 E 9.433
    Yao D5.8 E 9.166
    Afanasyeva D5.8 E 8.666
    Porgras D5.0 E 9.100

    Asimétricas

    Wieber D6.0 E 7.600
    Komova D6.7 E 8.700
    Raisman D5.8 E 7.100
    Yao D6.7 E 8.233
    Afanasyeva D 5.9 E 8.300
    Porgras D6.0 E 8.133

    Barra

    Wieber D6.2 E 9.066
    Komova D5.8 E 8.883
    Raisman D6.10 E 8.425
    Yao D6.2 E 7.733
    Afanasyeva D6.0 E 7.400
    Porgras D6.4 E 8.700

    Suelo

    Wieber D6.0 E 8.900 Pen -0.10
    Komova D5.7 E 8.633
    Raisman D6.10 E 8.800
    Yao D5.9 E 8.866
    Afanasyeva D5.9 E 8.766
    Porgras D5.6 E 8.366

  5. Alba, eres de las pocas personas que conozco que cree que Wieber es justa campeona mundial; eso está bien, así tenemos controversia 😉

    Jesús, ya sé que no hay vuelta atrás, y que ambos equipos tienen estilos distintos, pero es que… 🙄

    Por lo demás, transcribo lo que acabo de decir en el Foro de Gimnasia Artística de Irene/Luca y Franky (soy muy flojo, lo sé, pero nadie es perfecto 😉 )

    Yo puedo aceptar -siempre que me lo argumenten razonadamente- que algunos digan que ni Komova fue perjudicada ni Wieber beneficiada, y que las jueces puntuaron correctamente. Jamás lo compartiré -porque vi la injusticia arbitral con mis propios ojos-, pero como las decisiones de los jueces en un deporte como la gimnasia pueden llegar a ser tan sumamente subjetivas, pues lo acepto; no todo el mundo tiene que opinar lo mismo que yo.

    Pero en lo que cada vez soy más rotundo es en que la forma de puntuar del código debe cambiar radicalmente, en beneficio de la ejecución de los ejercicios y de la parte artística de la gimnasia en sí.

    Por ejemplo, dejar la separación entre notas de dificultad y de ejecución, pero al estilo de lo que había antes, limitando la primera de ellas. Es decir, establecer el 10 -puntuación máxima de la antaño nota de partida- como nota máxima de dificultad; y sumarle la nota de ejecución; como antes pero con dos notas, y la de dificultad limitada (al 10 o a la cantidad que sea).

  6. Para mí el código tiene algún fallo pero es correcto, si haces más dificultad es normal que tengas más valor y que se note la diferencia. El problema es cuando las jueces no lo aplican por igual, si hay una penalización que está en el código y que la gimnasta hace durante su ejercicio, se debe penalizar SIEMPRE, sea del país que sea y sea la gimnasta que sea. Yo no he visto la competición, pero cuáles eran las notas de partida de las gimnastas? Puede que hubiera una considerable diferencia entre ambas…

  7. Lo que tiene la gimnasia es que es un deporte injusto por naturaleza. Yo también creo que el código de puntuación no es correcto. Lo que habría que tener claro es que un cambio de código sea en favor de la gimnasia.
    Manteniendo los pies en el suelo, porque un cambio de código no supone menos injusticias (de hecho, supuestamente, este código trataba de evitarlas). Un deporte de jueces es IMPOSIBLE que sea objetivo.

    En comparación con la rítmica:
    -lo que pasa en la artística es absolutamente incomparable. Así que de momento me parece suavito suavito. (pero me da mucha rabia, también.
    -En rítmica durante un tiempo cambiaban de códigos como el que se cambia de calzoncillos, vamos. Y recuerdo que hace no mucho hubo uno muy exigente en la técnica, que exigía no sé cuantísimos elementos técnicos durante el ejercicio y que quitaba cualquier mínima parte de rítmica. Y lo cambiaron otra vez a uno más suavito. Así que es posible.
    Quizás deberían hacer algo parecido. Algunas cosas obligatorias y y X elementos máximos donde se puntúe según dificultad pero hasta cierto número de elementos. De manera que si te pasas sea lo mismo que no hacer nada. Vamos, algo parecido a lo que había antes… que si tenías una nota de partida 10, de poco importaba que tuvieras 15.000 dificultades.

    Y que conste que hay elementos difíciles… que a mí personalmente me da un gusto tremendo verlos.
    Y hay ejercicios chulísimos, que aunque no estén escrupulosamente bien ejecutados, poniéndolos en manos de Liukin serían geniales… ejjeje
    Por ejemplo: el ejercicio de paralelas de la alemana (Elisabeth S.) o el de paralelas de Tweddle…

  8. Ahora ya, con el paso de las horas, empiezo a comprender el porqué de tanta rigurosidad con el suelo de Komova, pero me sigue pareciendo igual de injusto. Parece ser que este año las jueces están especialmente rigurosas con los pasitos extra -según me ha comentado Lina Sáez que le dijo hace algunos días Almudena Sanjosé-, y Komova, además de su última diagonal, dio alguno que otro.

    Pero pasitos así hoy en día da, por desgracia, el 95% de las gimnastas -y no sólo en suelo, también en salto y en las salidas de las asimétricas y de la barra-; sin tratársele a todas por igual, como ha sucedido hoy. No quiero ser malpensado, pero me da que las fuertes acusaciones de la delegación norteamericana contra las jueces tras la jornada de clasificación han dado sus frutos en la final de esta mañana.

    Y lo que sí queda claro definitivamente es que, por el bien de la parte artística de este deporte, hay que revisar el código de puntuación: si no se quiere volver a los tiempos del 10 sí al menos limitar un poco la cantidad de dificultades en beneficio de las ejecuciones. Es un debate que viene teniéndose prácticamente desde que se acabó con el 10, y que creo que hoy ha podido llegar a su punto más alto. Pienso, como he dicho al principio de la crónica, que la gimnasia artística, sobre todo para el espectador inexperto aunque también para muchos de quienes la seguimos habitualmente, desde dentro o desde fuera, es desde hoy un poco menos creíble que antes.

  9. Puede que Komova haya competido mejor, pero Jordyn tiene más dificultad, sus notas menos en asimétricas, eran superiores que las de Vika. En cuanto a la barra no le han contado el doble giro, y ha tenido más titubeos que Jordyn que casi no ha tenido ninguno. Por otra parte el error de asimétricas de Wieber lo ha corregido, y tampoco es una caída. Para mi parecer Jordyn también era merecedora del oro, y asi ha sido.

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