Isaac Botella, sexto en salto; la colombiana Gil, fuera de peligro

Isaac Botella acabó en sexta posición en la final de salto de los Mundiales de Londres. El alicantino pudo haber hecho una mejor ejecución de sus dos saltos —por una parte el «Driggs», entrada lateral con doble pirueta en el segundo vuelo; y por otra un inversión adelante o paloma también con doble pirueta, ambos de 6,60 de dificultad—, pero el sexto puesto final (15,650) no está nada mal.

El oro fue, como ayer en suelo, para el gran dominador de la especialidad en los últimos años —salvo en los JJOO—, Marian Dragulescu. El rumano, además del ya tradicional salto que lleva su nombre —paloma más doble mortal adelante con medio giro: 7,00 de dificultad—, se atrevió con otro salto más complicado aún, el «Li Xiaopeng» —rondada con medio giro en el primer vuelo, y mortal adelante con el cuerpo extendido más doble pirueta y media para 7,20 de dificultad—, ejecutando ambos con total maestría (16,575). La plata fue para su compatriota Flavius Koczi (16,337); y el bronce, para el ruso Anton Golotsutskov (16,287).

Pero el momento de mayor tensión de la jornada se vivió unas dos horas más tarde, en la final de suelo femenino. La colombiana Jessica Gil, al hacer un doble mortal adelante en su segunda diagonal, apoyó mal los pies, no tomó el impulso suficiente y estrelló la cabeza en el tapiz, cayendo de cuello. Terrible. Se vivieron momentos de bastante angustia en el pabellón porque se temió una lesión muy, muy seria; pero afortunadamente parece que todo quedó en un gran susto. La final, marcada en parte como es lógico por este suceso, se la llevó la ídolo local, Beth Tweddle, que se resarció de su no entrada en la final de asimétricas con el oro (14,650), por delante de la australiana Lauren Mitchell (14,550) y de la china Sui Lu(14,300).

El resto de finales fueron para los chinos, líderes en el medallero con seis triunfos. En barra de equilibrios la pequeñita Deng Linlin dio muestras de una gran seguridad y habilidad, y con 15,000 consiguió el oro, por delante de Mitchell —que ya había ganado en este aparato en la Copa del Mundo de Madrid, y que ayer en sus dos finales nos causó una notable impresión— (14,875) y de la estadounidense Ivana Hong (14,550). Fue una final, como casi todas las de barra, marcada también por los errores de algunas de las llamadas a luchar por las medallas, como la rumana Ana Porgras, la japonesa Koko Tsurumi o la china Yang Yilin.

Los anfitriones de los últimos JJOO hicieron doblete en paralelas, con Wang Guanyin (15,975) y Feng Zhe (15,775), que dejaron a una distancia casi sideral al japonés Kazuhito Tanaka (15,500); mientras que, por último, el campeón olímpico de barra fija, Zou Kai, desde ayer también es campeón mundial (16,150). La plata y el bronce fueron para otros dos consumados especialistas: el holandés Epke Zonderland, vencedor de la Copa del Mundo (15,825); y el italiano Igor Cassina (15,625) respectivamente. Cassina ayer no se cayó en ninguna de sus complicadísimas sueltas y, por lo tanto, terminó en el pódium. Habría que ver si esta vez su incondicional peña, los «Cassina Boys», gafes para él en sus últimas grandes citas, decidieron quedarse en Italia…

Se acabaron los grandes campeonatos de este año; un año en el que Ana Izurieta, pese a la lesión que le impidió participar el viernes en la final individual del Mundial, se ha revelado como un oasis dentro de la travesía del desierto que actualmente atraviesa la gimnasia femenina en España. En el caso de los chicos se ha confirmado que tenemos un valor seguro en Isaac, aunque tendrá muy difícil optar a las medallas si no aumenta la dificultad de sus saltos, no obstante se clasifica regularmente para las finales y quizásen alguna de ellas, si los demás fallan, podría dar la sorpresa.

Todo ello a la espera, por ejemplo, de que regrese Gervasio Deferr; de que Rafa Martínez se recupere físicamente y comience a destacar en alguno de los aparatos a los que se está dedicando; de la progresión de Sergio Muñoz; y, por qué no decirlo, también de que salga algún que otro nuevo joven valor que nos haga optar a las medallas o, por lo menos, a importantes clasificaciones.

Un comentario

  1. Es una PENA que Gervi no compita este año en el mundial de Londres, ya que sin él el mundo de la gimnasia artística no es lo mismo… Gervi, eres el mejor y siempre te admiraré… Animo a los demás gimnastas a que luchen hasta alcanzar sus metas… Sin dolor, no hay ganador… Lo dice una gimnasta…
    Saludos.

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