Gante 2001

Gante 2001: Pese a las lesiones, un magnífico año para nuestras chicas

Con el comienzo del año retomamos los artículos dedicados a recordar los años de mayor esplendor de nuestra gimnasia, ausentes desde junio. Espero, aunque no prometo, poder ofrecer a nuestra querida Calítoe.:. y a los lectores de Gimnastas.net este tipo de escritos con algo más de asiduidad. Por el momento os dejo éste en el que trataré lo acaecido en el año 2001.

La resaca de los Juegos de Sydney fue ciertamente complicada. España, en la modalidad femenina, había conseguido armar un gran y joven equipo en la cita australiana con chicas que se esperaban que dieran el salto definitivo en el siguiente ciclo de cuatro años. Sin embargo, las lesiones, el gran enemigo de los gimnastas, hicieron acto de aparición en el peor momento, afectando a nuestras dos mejores bazas del año anterior.

Laura Martínez —recientemente proclamada campeona de España— y Esther Moya se vieron afectadas por sendas lesiones de consideración en la rodilla y en la espalda; y mientras la segunda al menos se pudo recuperar para participar —mermada, eso s— en el Mundial de Gante, la primera tuvo que poner fin a su carrera deportiva.

Afortunadamente el resto siguió dando el callo y, con la entrada en el equipo senior de gente nueva como Alba Planas y, sobre todo, Elena Gómez (que se unieron a las Sara Moro, Susana García o Marta Cusidó), se consiguieron unos grandes resultados, empezando por los Juegos Mediterráneos de Túnez en septiembre. Allí se lograron, entre otros, los oros de la competición por equipos y del concurso múltiple individual, que correspondió a Sara Moro (acompañada en el pódium en la tercera plaza por Elena Gómez).

Campeonato del Mundo: a punto de tocar medalla
Gante 2001Como ya hemos apuntado, pese a los problemas de los meses anteriores, nuestras chicas se presentaron en Gante del 28 de octubre al 4 de noviembre a tope y con ganas de brindarnos una excelente actuación, como así hicieron. Sara Moro, Marta Cusidó, Elena Gómez, Esther Moya (que sólo compitió en salto y barra), Ana Parera y Alba Planas lograron una muy meritoria cuarta posición, la mejor de la historia de nuestra gimnasia, aunque eso sí, a casi tres puntos del bronce conseguido por Estados Unidos. El oro fue para Rumanía y la plata, para Rusia. Los chicos, por desgracia, no estuvieron tan bien y además Jesús Carballo, que reaparecía tras su lesión de antes de Sydney, se volvió a romper la rodilla al salir de la barra fija.

El formato de la competición había variado, siendo el que permanece actualmente: ocho equipos en la final, tres gimnastas por país en cada rotación, sin descartar la peor de las notas. El equipo rumano, muy renovado aunque con la desposeída campeona olímpica Andrea Raducan, revalidó su hegemonía conseguida en Sydney por delante de las rusas, que presentaban nombres nuevos como Natalia Ziganshina y Ludmila Ezhova (Gebrenkova tras contraer matrimonio), pero que continuaban lideradas por la sempiterna Svetlana Khorkina, quien tras un amago de retirada decidió continuar en activo cuatro años más en el que fue el período más exitoso de su longeva carrera.

Khorkina, campeona; Sara, cerca del podium
En la final del concurso múltiple individual contamos con tres representantes españolas que tuvieron un destacado papel. Elena Gómez en su primera gran competición de élite se clasificó 17ª, Marta Cusidó fue 12ª y Sara Moro, 8ª. La asturiana, con Laura Martínez ausente y Esther Moya mermada, dio un salto de gigante en su evolución como gimnasta y sólo un desafortunado primer salto en la segunda rotación —no apoyó la mano derecha en el nuevo potro y se cayó— la privó de haber acabado en las medallas.

http://www.youtube.com/watch?v=-w1Ru5r63b8 http://www.youtube.com/watch?v=yNIK2A2v0lw http://www.youtube.com/watch?v=kpUUnt4MiMU

Khorkina, la gran fracasada en Sydney pese a su oro en asimétricas, comenzó su lista de triunfos en los últimos años de su carrera logrando su segundo título mundial, después del de 1997. Segunda fue su novel compañera Natalia Ziganshina y tercera una Andrea Raducan que, pese al palo de su positivo en Sydney y pese a presentarse aparentemente un poco fuera de forma, consiguió colarse en los lugares de pódium.

Aparatos: tres finalistas y casi una medalla
Sara también se quedó a un pasito del pódium en la final de asimétricas. Salió la segunda y realizó un ejercicio valorado en 8,850, una nota ciertamente baja. Como en casi todos los mundiales post-olímpicos, la remodelación del código hacía que se viera una merma importante en las calificaciones y, además, ella también tuvo algún que otro pequeño fallo en la ejecución. Esa nota la colocaba por detrás de la holandesa Renske Endel, que acabó siendo medalla de plata.

http://www.youtube.com/watch?v=B8OB8pWIUoY

La implacable Khorkina —que ganó su último título mundial en este aparato— y la estadounidense Katie Heenan también terminaron adelantando a Sara, que se quedó con la miel en los labios. A la primera medalla mundialista para nuestra gimnasia femenina todavía le quedaba algo más de un año por llegar.

Pero Sara Moro no fue la única representante española en las finales por aparatos. La tan temida en otros años barra de equilibrios vio cómo Elena Gómez y Esther Moya se colaron entre las ocho mejores, un hito sin precedentes que demostraba que la gimnasia femenina española destacaba ya de verdad en todos los aparatos. La mallorquina continuó sorprendiendo en su primera comparecencia mundial y logró la sexta plaza con 9,025; mientras que Esther quedó justo por detrás, con 8,975.

http://www.youtube.com/watch?v=Pzz0mc15Ivo http://www.youtube.com/watch?v=YnOs1QGHPa0

El oro fue para Andrea Raducan, quien continuó con su buen nivel; la plata fue para Ezhova y el bronce, para la china Xiaojiao Sun. Raducan también logró ser campeona mundial en suelo, mientras que en salto se impuso Khorkina, por delante de la ya por entonces incombustible Oksana Chusovitina. La diva rusa y la rumana, quizá las dos mejores del mundo por entonces, fueron las dos grandes dominadoras de aquellos campeonatos.

El futuro inmediato, en manos de Elena
La final de barra fue la última gran comparecencia internacional de Esther Moya quien, como su paisana Laura Martínez, acabó siendo derrotada por las lesiones. También meses después las lesiones apartarían de la competición durante más de un año a Sara Moro.

Sin embargo, a pesar de tanta desgracia la «factoría Carballo» continuaba incubando nuevos y jóvenes valores. Lo más importante es que en el equipo sénior se mantuvo sana una gimnasta que al año siguiente se convertiría no sólo en una de las mejores dentro del panorama mundial, sino también en la protagonista de otro de los grandes momentos de la historia de nuestra gimnasia. Me refiero, obviamente, a Elena Gómez y a su oro mundial en suelo de 2002, pero esa es ya otra crónica…

5 comentarios

  1. La música de Patricia también me parecía horrible, ¿acaso he dicho que fuese mejor? :mrgreen: Pero eso, para gustos… Lo de Esther eran variaciones y fugas del «Mambo nr 5», versión de Lou Bega, sí.
    El caso es que Patricia tenía mucha dificultad en las acrobacias y me molesta que se diga que no merecía la medalla cuando fue la única que hizo una triple pirueta y media.

  2. Pues a mí la música de Esther («Mambo Number Five», creo recordar) me gustó mucho más que la de Patricia, qué quieres que te diga, mi querida Calítoe.:. 😉

    En tal caso yo creo, y no exactamente por ser español, que ahora mismo deberíamos haber tenido esas dos medallas en nuestro palmarés: la primera porque fue un «robo» manifiesto como todos ya sabemos; y la segunda porque Patricia hizo más o menos bien su ejercicio y supo aprovechar los errores de varias de sus adversarias para llevársela. Es decir, que fue una medalla legal a todos los efectos.

    Y sobre mi artículo, siempre digo lo mismo: aunque el que llevamos a Atenas fue muy bueno, hay que ver el equipazo que habríamos tenido en 2004 con Laura Martínez, Esther Moya, Sara Moro (a tope en los 4 aparatos) y Elena Gómez entre otras si las lesiones hubiesen respetado mínimamente a las tres primeras…

    1. El vídeo que incrustan lo subí yo. xD Pero no sé quién lo capturó…
      Es una opinión muy personal. También dice que Patricia Moreno se merecía menos que Esther la medalla. No sé, no sé… Yo soy firme defensora del bronce de Esther, pero la música me parecía horrible, aunque sé bien que eso también es muy personal porque, por ejemplo, mi compañera Melania tiene la misma música y me parece que a ella le queda muy bien. 🙂
      En cualquier caso, genial que se hable de la gimnasia española. 😀

  3. Vaya clase que tenía Sara Moro. Qué maravilla de ejercicio de barra de equilibrios.
    Dónde están las instrucciones para que vuelvan a florecer gimnastas así?

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